Una alternativa emergente al almacenamiento de gas natural comprimido (GNC) es el denominado almacenamiento de gas natural adsorbido (ANG), en el que el tanque se llena con un material poroso con una gran cantidad de superficie. El gas se almacena porque sus moléculas se adhieren a la superficie del material. Los sistemas de GNC almacenan gas a aproximadamente 250 atmósferas de presión, pero Long dice que su grupo tiene como objetivo diseñar un sistema ANG que pueda almacenarlo a 35 a 65 atmósferas. Almacenar a 35 atmósferas significaría que las personas que usan gas natural para calentar y cocinar en sus hogares podrían repostar sus automóviles en casa utilizando un compresor simple y económico, dice.
Todavía no hay vehículos ANG disponibles comercialmente, pero hay un interés significativo en la tecnología, y es bastante madura. Este proyecto fue apoyado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Energía de los Estados Unidos, Energy, y Long’s group también recibió asistencia técnica de Ford Motor Company, que ha vendido casi 60.000 vehículos a GNV desde 2009.
Hasta ahora, sin embargo, la física ha limitado la gama de automóviles que utilizan sistemas ANG. El desafío ha sido desarrollar un material que adsorba gas a la presión objetivo de 35 atmósferas, pero que también lo libera todo antes de que la presión alcance de cinco a seis atmósferas, la presión mínima a la que puede funcionar el motor. En sistemas demostrados anteriormente, queda demasiado gas atascado en el tanque y no se puede usar, dice Long.
Para evitar esto, el grupo utilizó marcos orgánicos metálicos «flexibles» que son diferentes a los rígidos que se probaron antes en los sistemas ANG. Los materiales se expanden después de alcanzar una cierta presión, abriendo sus poros para absorber el gas durante el llenado. A una presión más baja, pero un poco más alta que la presión mínima a la que funciona el motor, los materiales se colapsan y expulsan todo el gas para que el motor pueda usarlo.
Los nuevos resultados sugieren que los sistemas ANG basados en estos materiales podrían lograr mayores capacidades de almacenamiento—y, por lo tanto, rangos más largos—que los posibles en sistemas que utilizan materiales rígidos. Es una prueba de principio importante, pero se necesita una buena cantidad de trabajo de ingeniería antes de que se puedan comercializar sistemas basados en materiales como estos, dice Long.
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