Disciplina positiva para niños pequeños

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El objetivo de la disciplina es guiar y enseñar, no castigar. La base de la disciplina es una relación cálida y de confianza, donde usted ayuda a los niños a aprender a:

  • comportarse apropiadamente para su edad en diferentes situaciones,
  • reconocer, expresar y manejar sus emociones,
  • comunicarse,
  • llevarse bien y confiar en los demás,
  • resolver problemas,
  • explorar el mundo y aprender apropiadamente.

La disciplina debe ser justa y consistente. Si usted responde de manera diferente en situaciones similares o a comportamientos similares, los niños se confundirán. No sabrán qué esperar.

El castigo físico-azotar, abofetear, golpear o avergonzar—puede lastimar a los niños tanto física como emocionalmente, y nunca debe usarse. Hay maneras mucho más efectivas de disciplinar a los niños.

El uso de técnicas de disciplina positiva no solo ayuda a guiar a los niños, sino que también fortalece la conexión que tiene con ellos.

Conectar, luego redirigir

Para los niños pequeños, el comportamiento es una forma de comunicarse. Cuando un niño se comporta de una manera desafiante, es importante entender qué lo llevó a ese comportamiento. Pregúntate a ti mismo:

  • ¿Necesitan algo, comida, una siesta o algo de tiempo libre contigo?
  • ¿Qué pasó antes y después del comportamiento?
  • ¿Su hijo está respondiendo a algo en su entorno? Los ejemplos incluyen ruido, otros niños o una amenaza percibida.
  • ¿Están estresados de alguna manera?
  • ¿Se espera que hagan algo que esté más allá de su nivel de habilidad o desarrollo? Por ejemplo, pedir a los niños pequeños que compartan.

Comprender la causa del comportamiento de su hijo le ayudará a decidir cómo responder.

Conectar

Conectarse emocionalmente con su hijo construye una relación saludable. Es la base de la disciplina positiva, y comienza con los padres.

Considere cómo reacciona y responde a los comportamientos y emociones de su hijo. ¿Se siente molesto o frustrado? ¿Eres capaz de responder con calma? ¿Levantas la voz? ¿Puedes responder de manera diferente?

Aquí hay algunas sugerencias para ayudarlo a responder a los comportamientos desafiantes de maneras que fortalezcan su relación con su hijo:

  • Usa frases en » I «como:» No me gusta cuando haces eso», en lugar de » ¿Qué te pasa?»
  • Siéntese con su hijo y hable de sus sentimientos y comportamiento, de una manera apropiada para su edad.
  • Reconozca los sentimientos de su hijo («Veo que está molesto»), incluso cuando se está portando mal. Demuestra que los respetas.
  • Para evitar decir «no» con demasiada frecuencia, busca otras formas de expresar lo que intentas comunicar. Por ejemplo, si un niño golpea, diga: «Las manos a su lado»; si un niño grita, diga: «Use una voz silenciosa.»
  • Sé reconfortante. Por ejemplo, colóquese por debajo o a la altura de los ojos de un niño, asinte con la cabeza o toque suavemente, o luzca empático.
  • Escucha y no discutas. Luego repita lo que su hijo le dice. Muestra que estás prestando atención y que has escuchado lo que tienen que decir.
  • Sea consistente: Diga lo que quiere decir; signifique lo que dice; y sigue adelante con lo que dices que ibas a hacer.

Todas estas sugerencias hacen saber a los niños que, con un poco de ayuda, son capaces de resolver problemas y comportarse de manera apropiada.

Redirección

La redirección-cambiar de una actividad a otra-funciona bien con niños pequeños y, a veces, con niños mayores.

También puede usar «REDIRECCIONAR» para recordar algunos hábitos útiles de crianza:

  • Reduzca el número de palabras que usa al disciplinar a su hijo: Haga que su mensaje sea claro, firme y breve.
  • Abraza las emociones: Reconocer los sentimientos de su hijo es validarlos.
  • Describa el comportamiento que desea ver, sin dar conferencias.
  • Involucre a su hijo en la disciplina.
  • Replantear un » no «en un» sí » (con condiciones). Siempre que sea posible, dígale a su hijo lo que puede hacer, en lugar de lo que no puede hacer.
  • Enfatice las cosas positivas que hace su hijo. Si solo prestas atención al comportamiento negativo, en realidad reforzarás ese comportamiento.
  • Afronte la situación de forma creativa con humor e imaginación: «Puedo ver que estás enojado por tener que salir del parque. ¿No sería maravilloso si pudiéramos quedarnos todo el día? Pensemos en todas las cosas que podemos hacer la próxima vez.»
  • Enseñe a su hijo a reconocer y nombrar sentimientos como la frustración, la tristeza, la ira o la decepción. Les ayudará a aprender a lidiar con emociones fuertes.

¿Tiempo de espera o tiempo de espera?

«Time-in» es una alternativa a un time-out. Con un tiempo dentro, usted invita a su hijo a sentarse y hablar con usted sobre sus sentimientos y comportamiento de una manera que pueda entender. Con un tiempo de espera, se conecta con su hijo y le brinda comodidad.

Los tiempos de espera solo se deben usar después de haber probado otras formas de disciplina positiva. Un tiempo fuera debería:

  • Sé breve.
  • Un descanso de toda atención, incluidas las demandas, explicaciones, disculpas, contacto visual y abrazos.
  • En un lugar sin distracciones, como una silla o esquina segura y silenciosa.

Los tiempos de espera no se deben usar con niños menores de 3 años.

Si tiene inquietudes

Los niños pequeños no siempre se comportarán de la manera que usted desea o espera que lo hagan. De vez en cuando, pueden ser perjudiciales o agresivos. O su comportamiento puede no ser apropiado para la situación.

Si tiene problemas para lidiar con el comportamiento de su hijo, es importante hablar con alguien antes de que afecte su relación. Si se siente negativo sobre la relación entre usted y su hijo, hable con un profesional de la salud sobre lo que puede hacer.

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