Esta familia de cinco se enfrentó al mismo desafío. Antes de los niños, la pareja se instaló en un apartamento de dos dormitorios que adoraban en Battery Park City, un área desarrollada para jóvenes profesionales con acceso cercano a empleos en el distrito financiero. Con el tiempo, a medida que muchas familias en el vecindario también comenzaron a tener hijos, los parques y las escuelas los atrajeron a quedarse. Cuando esta pareja agregó tres hijos a su familia, consideraron mudarse a una casa más grande en el área, pero el vecindario que habían llegado a amar solo tenía un stock de viviendas de estudios, apartamentos de una y dos habitaciones. Al final de una búsqueda prolongada, decidieron quedarse quietos. Entonces, ¿qué puede hacer una familia?
Cuando tres niños comparten una habitación de 13 x 13, dos niñas y un niño, las cosas pueden complicarse. Cuando se considera que las edades van desde el jardín de infantes hasta la escuela secundaria, es fácil entender por qué esto planteó muchos desafíos de diseño. ¿Cómo se crea un espacio para que tres niños compartan, un lugar para que cada uno duerma, juegue y haga los deberes, al tiempo que se minimiza el desorden? Esta familia contó con la ayuda de Melinda Orlie-Katsiris de Escenografía e Interiores. Ella es una campeona de lo que ella llama «tamaño adecuado», el proceso de trabajar dentro de una estructura existente para diseñar para lograr la máxima funcionalidad. Melinda asumió el reto de crear un espacio que contuviera todo lo que los niños de diferentes edades necesitaban, incluidos escritorios, camas, sillas, juguetes y almacenamiento, todo en menos de 170 pies cuadrados.
